Sim, passava aqui frequentemente há vinte anos...
Nada está mudado — ou, pelo menos, não dou por isto —
Nesta localidade da cidade ...
Há vinte anos!...
O que eu era então! Ora, era outro...
Há vinte anos, e as casas não sabem de nada...
Vinte anos inúteis (e sei lá se o foram!
Sei eu o que é útil ou inútil?)...
Vinte anos perdidos (mas o que seria ganhá-los?)
Tento reconstruir na minha imaginação
Quem eu era e como era quando por aqui passava
Há vinte anos...
Não me lembro, não me posso lembrar.
O outro que aqui passava, então,
Se existisse hoje, talvez se lembrasse...
Há tanta personagem de romance que conheço melhor por dentro
De que esse eu-mesmo que há vinte anos passava por aqui!
Sim, o mistério do tempo.
Sim, o não se saber nada,
Sim, o termos todos nascido a bordo
Sim, sim, tudo isso, ou outra forma de o dizer...
Daquela janela do segundo andar, ainda idêntica a si mesma,
Debruçava-se então uma rapariga mais velha que eu, mais lembradamente de azul.
Hoje, se calhar, está o quê?
Podemos imaginar tudo do que nada sabemos.
Estou parado físisca e moralmente: não quero imaginar nada...
Houve um dia em que subi esta rua pensando alegremente no futuro,
Pois Deus dá licença que o que não existe seja fortemente iluminado,
Hoje, descendo esta rua, nem no passado penso alegremente.
Quando muito, nem penso...
Tenho a impressão que as duas figuras se cruzaram na rua, nem então nem agora,
Mas aqui mesmo, sem tempo a perturbar o cruzamento.
Olhamos indiferentemente um para o outro.
E eu o antigo lá subi a rua imaginando um futuro girassol,
E eu o moderno lá desci a rua não imaginando nada.
Talvez isso realmente se desse...
Verdadeiramente se desse...
Sim, carnalmente se desse...
Sim, talvez...
|
Sí, pasaba por aquí frecuentemente hace veinte años...
Nada está cambiado — o, por lo menos, no doy por esto —
En esta localidad de la ciudad...
¡Hace veinte años!...
¡Lo que yo era entonces! Ora, era otro...
Hace veinte años, y las casas no saben de nada...
Veinte años inútiles (¡y allá ellos si lo fueran!
¿Sé yo lo que es útil o inútil?)...
Veinte años perdidos (¿pero lo que sería ganarlos?)
Intento reconstruir en mi imaginación
Quién era yo y cómo era cuando por aquí pasaba
Hace veinte años...
No me acuerdo, no me puedo acordar.
El otro que aquí pasaba, entonces,
Si existiera hoy, tal vez recordase...
¡Hay tanto personaje de novela que conozco mejor por dentro
De que a ese yo-mismo que hace veinte años pasaba por aquí!
Sí, el misterio del tiempo.
Sí, el no saberse nada,
Sí, lo hemos todos nacido abordo
Sí, sí, todo eso, u otra forma de decirlo...
De aquella ventanda del segundo andar, todavía idéntica a sí misma,
Asomábase entonces una rapacita más vieja que yo, más recordademente de azul.
Hoy calarse, ¿esta el qué?
Podemos imaginar todo de lo que nada sabemos.
Estoy parado física y moralmente: no quiero imaginar nada...
Hubo un día en que subí esta calle pensando alegremente en el futuro,
Pues Dios da permiso a que lo que no existe sea fuertemente iluminado,
Hoy, descendiendo esta calle, ni en el pasado pienso alegremente.
Cuanto mucho, ni pienso...
Tengo la impresión de que las dos figuras no se cruzaron en la calle, ni entonces ni ahora.
Pero aquí mismo, sin tiempo perturbando el cruce.
Miramos indiferentemente uno para el otro.
Y yo el antiguo allá subí la calle imaginando un futuro girasol,
Y yo el moderno allá descendí la calle no imaginando nada.
Tal vez eso realmente se diera...
Verdaderamente se diera...
Sí, carnalmente se diera...
Sí, tal vez...
|