E há poetas que são artistas
E trabalham nos seus versos
Como um carpinteiro nas tábuas!...
Que triste não saber florir!
Ter que pôr verso sobre verso, como quem constrói um muro
E ver se está bem, e tirar se não está!...
Quando a única casa artÃstica é a Terra toda
Que varia e está sempre bem e é sempre a mesma.
Penso nisto, não como quem pensa, mas como quem respira,
E olho para as flores e sorrio...
Não sei se elas me compreendem
Nem se eu as compreendo a elas,
Mas sei que a verdade está nelas e em mim
E na nossa comum divindade
De nos deixarmos ir e viver pela Terra
E levar ao colo pelas Estações contentes
E deixar que o vento cante para adormecermos
E não termos sonhos no nosso sono.
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¡Y hay poetas que son artistas
Y trabajan en sus versos
Como un carpintero en las tablas!...
¡Qué triste no saber florecer!
¡Tener que poner verso sobre verso, como quien construye un muro
Y ver si está bien, y sacar si no está!...
Cuando la única casa artÃstica es la Tierra toda
Que varÃa y está siempre bien y es siempre la misma.
Pienso en esto, no como quien piensa, pero como quien respira,
Y miro hacia las flores y sonrio...
No sé si ellas me comprenden
Ni si yo las comprendo a ellas,
Pero sé que la verdad está en ellas y en mÃ
Y en nuestra común divinidad
De dejarnos ir y vivir por la Tierra
Y llevar al cuello por las Estaciones contentas
Y dejar que el viento cante para adormecernos
Y no tengamos sueños en nuestro sueño(*).
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