De Apolo o carro rodou pra fora
Da vista. A poeira que levantara
Ficou enchendo de leve névoa
O horizonte;
A flauta calma de Pã, descendo
Seu tom agudo no ar pausado,
Deu mais tristezas ao moribundo
Dia suave.
Cálida e loura, núbil e triste,
Tu, mondadeira dos prados quentes,
Ficas ouvindo, com os teus passos
Mais arrastados,
A flauta antiga do deus durando
Com o ar que cresce pra vento leve,
E sei que pensas na deusa clara
Nada dos mares,
E que vão ondas lá muito adentro
Do que o teu seio sente cansado
Enquanto a flauta sorrindo chora
Palidamente.
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De Apolo el carro rodó para fuera
De la vista. La polvareda que levantara
Quedó llenando de leve niebla
El horizonte;
La flauta calma de Pan, descendiendo
Su tono agudo en el aire pausado,
Dió más tristezas al moribundo
DÃa suave.
Cálida y rubia, núbil y triste,
Tú, mondadora de los prados calientes,
Quedas oyendo, con tus pasos
Más arrastrados,
La flauta antigua del dios durando
Con el aire que crece hacia viento leve,
Y sé que piensas en la diosa clara
Nada de los mares,
Y que van olas mucho más adentro
De lo que tu seno siente cansado
Mientras la flauta sonriendo llora
Pálidamente.
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