Da lâmpada noturna
A chama estremece
E o quarto alto ondeia.
Os deuses concedem
Aos seus calmos crentes
Que nunca lhes trema
A chama da vida
Perturbando o aspecto
Do que está em roda,
Mas firme e esguiada
Como preciosa
E antiga pedra,
Guarde a sua calma
Beleza contÃnua.
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De la lámpara nocturna
La llama estremece
Y el cuardo alto ondea.
Los dioses conceden
A sus calmos creyentes
Que nunca les tiemble
La llama de la vida
Perturbando el aspecto
De lo que está en derredor,
Pero firme y desviada
Como preciosa
Y antigua piedra,
Guarde su calma
Belleza continua.
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