Feliz aquele a quem a vida grata
Concedeu que dos deuses se lembrasse
E visse como eles
Estas terrenas coisas onde mora
Um reflexo mortal da imortal vida.
Feliz, que quando a hora tributária
Transpor seu átrio por que a Parca corte
O fio fiado até ao fim,
Gozar poderá o alto prêmio
De errar no Averno grato abrigo
Da convivência.
Mas aquele que quer Cristo antepor
Aos mais antigos Deuses que no Olimpo
Seguiram a Saturno —
O seu blasfemo ser abandonado
Na fria expiação — até que os Deuses
De quem se esqueceu deles se recordem —
Erra, sombra inquieta, incertamente,
Nem a viúva lhe põe na boca
O óbolo a Caronte grato,
E sobre o seu corpo insepulto
Não deita terra o viandante.
|
Feliz aquel a quien la vida grata
Le concedió que de los dioses se acordase
Y viera como ellos
Estas terrenas cosas donde habita
Un reflejo mortal de la inmortal vida.
Feliz, que cuando a la hora tributaria
Transponga su atrio porque la Parca corte
El hilo hilado hasta el fin,
Gozar podrá el alto premio
De errar en el Averno grato abrigo
De la convivencia.
Pero aquel que quiera a Cristo anteponer
A los más antiguos Dioses que en el Olimpo
Siguieron a Saturno —
Su blasfemo ser abandonado
En la frÃa expiación — hasta que los Dioses
De quien se olvidó de ellos se acuerden —
Errará, sombra inquieta, inciertamente,
Ni la viuda le pondrá en la boca
El óbolo a Caronte grato,
Y sobre su cuerpo insepulto
No dejará tierra el viandante.
|