Só o ter flores pela vista fora
Nas áleas largas dos jardins exatos
Basta para podermos
Achar a vida leve.
De todo o esforço seguremos quedas
As mãos, brincando, pra que nos não tome
Do pulso, e nos arraste.
E vivamos assim,
Buscando o mÃnimo de dor ou gozo,
Bebendo a goles os instantes frescos,
Translúcidos como água
Em taças detalhadas,
Da vida pálida levando apenas
As rosas breves, os sorrisos vagos,
E as rápidas carÃcias
Dos instantes volúveis.
Pouco tão pouco pesará nos braços
Com que, exilados das supernas luzes,
‘Scolherrnos do que fomos
O melhor pra lembrar
Quando, acabados pelas Parcas, formos,
Vultos solenes de repente antigos,
E cada vez mais sombras,
Ao encontro fatal
Do barco escuro no soturno rio,
E os nove abraços do horror estÃgio,
E o regaço insaciável
Da pátria de Plutão.
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Sólo el tener flores afuera a la vista
En los pasillos largos de los jardines exactos
Basta para que podamos
Encontrar la vida leve.
De todo el esfuerzo aseguremos quedas
Las manos, bailando, para que no nos tome
Del pulso, y nos arrastre.
Y vivamos asÃ,
Buscando lo mÃmino de dolor o gozo,
Bebiendo a sorbos los instantes frescos,
Translúcidos como agua
En copas detalladas,
De la vida pálida llevando apenas
Las rosas breves, las sonrisas vagas,
Y las rápidas caricias
De los instantes volubles.
Poco tan poco pesará en los brazos
Con que, exiliados de las supremas luces,
'Scogeremos de lo que fuimos
Lo mejor para recordar
Cuando, acabados por las Parcas, seamos,
Bultos solemnes de repente antiguos,
Y cada vez más sombras,
Al encuentro fatal
Del barco oscuro en el taciturno rÃo,
Y los nueve abrazos de horror estigio,
Y el regazo insaciable
De la patria de Plutón.
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